"Puedes hacer y utilizar lo que quieras, pero necesitamos que marques bien el ritmo y mantengas el tempo". Esta fue la única condición que me puso el grupo que me adoptó después de darme de almorzar.
Y a pesar de que la libertad que me ofrecieron me asustó un poco al principio, no tardó en convertirse en una oportunidad. Mi mente empezó a abrirse para adaptarse a varios estilos utilizando los pocos recursos que tenía, experimentando con distintos tipos de baquetas y esforzándome por intentar aportar algo al grupo. Además, aprendí a colocar sobre mi cuerpo la mayor cantidad de tambores y hierros posible para hacer el mínimo número de viajes hasta el coche los días de actuación. Y a controlarme cuando hay mucha comida delante.
Ahora busco complementos para batería en Wallapop y estudio con la ayuda de un libro muy chulo donde se trabajan estilos que van desde el rock, el jazz y el funk hasta el New Orleans 2nd line o el Mozambique ("Groove Essentials", de Tommy Igoe). Y fue durante una de esas mañanas de estudio cuando un compañero me hizo ver cómo la técnica de caja (posición de las manos y pinza al coger las baquetas) puede llegar a "deformarse" inconscientemente como consecuencia de horas y horas de batería (debido a la dispersión de la atención por la multitarea que se está desempeñando y a la gran cantidad de movimientos que se producen).
La batería es un mundo muy complejo y siempre que paseo por él termino dándole vueltas a lo mismo, sin tener todavía una respuesta. Por eso, te pregunto: ¿dónde empieza a difuminarse la línea que separa al percusionista de formación clásica del batería?
La batería es un mundo muy complejo y siempre que paseo por él termino dándole vueltas a lo mismo, sin tener todavía una respuesta. Por eso, te pregunto: ¿dónde empieza a difuminarse la línea que separa al percusionista de formación clásica del batería?
P.D: Mañana me levanto a las 4 a.m. Puedes compartir mi dolor en instagram: https://www.instagram.com/nessm89/